No solo con lápiz y papel se aprende, sentar a un niño de edad preescolar 4 horas frente a un monitor, es un maltrato.
En estos tiempos de clases virtuales, el grupo familiar debe estar consciente de las oportunidades que nos da la vida diaria para que nuestros #humanospequeños no pierdan el don natural por aprender, que en el transcurrir de los años por razones diversas, disminuye y en algunos casos desaparece, una razón que sobresale son los discursos que a veces maneja el grupo familiar, la presión en el lenguaje que utilizan, por ejemplo “ya sabe leer?, -ponlo hacer tareas-, No vas a ir al parque sino haces la tarea…” El trabajo escolar se transforma en un momento de angustia para el niño, y a ningún ser humano, pequeño o adulto le gusta estar o hacer lo que le hace sentir mal, (cuando no se trate de alguna patología).
Es por ello que la labor más importante en el emprendimiento trascendental de sus vidas como adultos significativos, es estimular, incentivar, empujar, para que nuestros #humanospequeños jamás pierdan su capacidad de asombro, que no es sino, el primer paso para que el aprendizaje sea significativo. Es decir, para que nos importe.
En este sentido, es necesario observar los aspectos de la vida diaria que sirven para el logro de este objetivo y como estos aspectos de la vida diaria son básicos para el aprendizaje de la lectura, escritura y cálculo. Cada grupo familiar en su propia dinámica, realiza tareas como lavar, doblar la ropa, actividades de higiene personal, ir al supermercado, hacer listas de compras entre otras muchas.
Estas actividades de la vida diaria las puedes convertir en situación de aprendizaje.
Comenta tus ideas de cómo hacerlo?