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Escritura creativa para reflexionar


Reflexiono, cierro los ojos y la luz no aparece, llegan sentimientos acumulados de mis vivencias. Son esos momentos cuando maduran las palabras y me obligan a ser responsable de mis sensaciones. A veces no es fácil, porque esos sentimientos prevalecen y se repiten en los pliegues de mi propio reconocimiento. Me avergüenza “tropezar con la misma piedra”, pero una vez que estas sensaciones se convierten en versos, renazco, es cuando me digo: “sólo hay permiso para aprehender por nuevas causas”. Entro en crisis, me revuelco en ella, necesito saber ¿por qué el miedo?,¿por qué el vacío?,¿por qué el descontrol? Es la revolución de la teoría y de mi vida, es momento de evolución. El encuentro con otros seres humanos me conmueve, por lo sentido o por el recuerdo, o por el rol que ocupan, o por los fantasmas que a veces atraviesan el espíritu y se lo llevan. Luego de transitar la vida, tengo conciencia plena de lo que significa pertenecer a la especie humana, soy “homo sapiens” y tú eres mi semejante, esta conciencia irrumpe como un volcán que hace erupción en todos mis sentidos. Así, surge Poesfilia, para asegurar un lugar a mis próximos textos, pues luego de tantas vivencias y sentires, he decidido crear para ellos ese espacio. Poesfilia, nace de esta relación filial que tengo con la poesía, sin ser poeta y como dijo mi padre, he tenido el atrevimiento de organizar mis sentires, para mis próximas generaciones, las semillas de mi tronco, aquí me develo para las hojas de mi árbol.


Poesfilia, transita por seis caminos y en tres momentos. El primer camino es Anthropos, una vía del ser al ser. El segundo camino es Ágape, el amor fraternal y desinteresado, aquí presento a mi padre(+), para engañar al olvido. El tercer camino es Panta rei, me pasea por cada sueño, creando la seguridad de que “todo fluye”. El cuarto camino es Kairós, aquí se manifiesta la armonía “el momento justo” en un tiempo cualitativo. El quinto camino es Hamartia, las despedidas, los finales, el dolor. El sexto camino es Hedoné, la tranquilidad mental y la ausencia de dolor, el placer. Nada duele por el camino de Hedoné. Luego están 3 momentos que permean a Poesfilia.

El primer momento, Xenia son los cantos a lugares, espacios, que han rodeado la realidad, el ritual entre anfitrión y huésped. El segundo momento, Ananké, son los versos que revelan un aprendizaje, una conclusión de vida, la serie de causas y efectos que tienen por resultado algo inevitable. El último momento es la palabra queriendo ser verso, Katharsis, la purga o limpieza de las miserias humanas, que se juntan con la soledad, mi aliada, empujando mi re- visión profunda. Lo aparente, lo auténtico, lo elaborado, lo aprendido, la razón, los decretos. El conflicto de siempre, sentir-pensar-vivir, la conciencia de ver más allá de lo que se puede o quiere verse. A Mímesis, la encontrarán tocando la puerta en cada camino, a veces entra, a veces no. En Poesfilia lapregunta es mi dueña: ¿estoy?¿soy? Me busco y no me encuentro, me encuentro y no sabía que me buscaba, es la génesis de mi transformación, hasta que soy capaz de transmitirla: “hoy no soy, hoy es el otro”. Ananké, se convierte en autoaprendizaje que profundiza en mi humanidad, me orienta en el camino a descubrir quién soy.


La invasión del espacio emocional me asusta, al mismo tiempo que muestra mis límites y precisa mis criterios. Cuando escribo, me recupero del sonido que ataca mis vísceras o mi ombligo impidiéndome ser, se alivia la carga propia de mi especie, me transformo en humana que aspira ser.


La palabra me entrega la posibilidad de conocer mis rincones. Regresan así, una y otra vez, la reflexión y el re- conocimiento. El sombrero, símbolo desde siempre, coloca un sello: “hoy no me asumo, hoy me regaño, hoy me pongo el sombrero para que alguien, sobe mi vida, pose su mano en mi cintura y me transforme”.


La palabra es ofrenda, la vida te la da. El terror de asumirme la quita, la pone, la restriega contundentemente en mis pulmones. Luego, la lluvia de Poesfilia me limpia, me aclara, me deja por unos días transparente y auténtica.


Nació Poesfilia, con el sueño de legar a mis próximas generaciones, palabras de vida. Regalo una opción para transitar caminos y acercarnos a ser lo que somos. Yo la alegre, la mediadora, la viajera, la terca, la que ha amado y la han amado, la que se ha enfrentado a la incertidumbre. Comparto con quienes aprecian la palabra como magia del lenguaje, creación humana grandiosa, una alternativa para conservar nuestra esencia y entender que no podemos dar lo que no tenemos, ni pedir lo que no damos. Creer firmemente en la capacidad de cambio para mejorar nuestra especie y en el camino solidario con el otro, estamos en ruta hacia la obtención del título más importante: Ser Humanos.


Miro el título, colgado en el corazón y el cerebro de mis

más amados.


Mariaté Araure





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