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  • Foto del escritorMariate Araure

"SIGUE ENTERITA"

“Sigue Enterita”, le dijo al encontrarla por las escaleras del edificio Ramo Verde que afortunadamente ese día tenía el ascensor dañado. Ramo verde ubicado, en los Altos Mirandinos, Venezuela, entre montañas y lleno de verdes. En un apartamento de este edificio fortalecido con un balcón por donde podías observar árboles, ríos y un estadio que impediría la construcción de otros edificios, esto lo hacía inspirador y hermoso, había vivido, allí, por más de 30 años. Sus hijos, ya adultos y jubilosamente sin trabajo formal, con su cabello mojado y un jean que mostraba sus formas, se encontró con el vecino del piso 8, hoy ya muerto, la saludo con un piropo inolvidable: “Sigue enterita”, ella ya “de paso”, sin raíces, iba de un lado a otro acercándose alguna vez a su hijo, otras a su hija y a sus amados humanos pequeños, todos en lugares distintos, en ciudades lejanas, de ese edificio testigo de la niñez de sus semillas. Ella que se había reencontrado con una de sus pasiones, sin perder tiempo pescaba versos entre conversas propias o ajenas.

El día de “sigue enterita”, se apropió de esa frase y le inspiró unos versos. Hoy su protagonista ya no está en este planeta, lo imagina con su abundante cabello y su buen humor creando piropos para quienes se lo inspiraran. Eso le contaba, la abuela a su nieto de 7 años, porque en su escuela y como tarea virtual le habían asignado `preguntar a su abuela una anécdota inolvidable y ella de 80 años ya, le vino a su memoria el día del piropo. Le contó con detalles la historia, él se interesó en los versos y le dijo –Abu, abu, ¿dónde están los versos?

Afortunadamente, lo había guardado en la red, tardaron un momento en encontrarlo, le leyó cada palabra con el énfasis necesario que necesita su lectura –abuela lo escribiré- y el comenzó a copiar, Ignacio, es el nombre de su nieto, se muestra muy interesado en la poesía y los cuentos y su Abu, no pierde oportunidad en motivarlo, porque cree firmemente que a través de las palabras podemos transitar el camino de la evolución humana, un camino que nos permite transformar, transformándonos


Sigue Enterita


Un día limpiará una casa que no se parece a ella

dormirá en tantas camas, como noches de vida que le falten

limpiará la casa sin ser la sensible

"ama de casa" de Yuri


Un día amanece en luna llena

brindando por la ilusa ilusión del aparecido

Nadie sabrá de las noches de abrazos

paralizadas como fotos

ni de la vida cuando se bañaban en aquel río

remolino de ratos raros, rojos

remedio para las curas del dolor de no sentirlo.


Ha construido una réplica del espacio originario

para no perderse al despertar

un espejo donde ve rostro y mirada.

revelando la penúltima noche de sexo con amor.


No falta mucho para recordar con nostalgia

la palabra galante “sigue enterita"

Mientras tanto…

Ramo verde, se viste de domingo.


Ignacio, leyó conmovido y mi corazón agradecido de los viajes por la vida.



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